Efectivamente, el mundo iba muy deprisa, y ya nos tocaba frenar. Pero el frenazo ha sido fuerte., en seco, de repente, sin esperarlo.

Había indicios pero vamos enfocados en el hacer continuo, sumergidos en las prisas, en modo “piloto automático”, y no lo vimos llegar.

No le tomamos en serio, pero se ha encargado de tenerlo muy presente todos los días, y seguramente le recordemos siempre.

EL COVID- 19, el devastador #coronavirus es el responsable que nos ha hecho parar. Y, esto ha provocado cambios a muchos niveles; a nivel familiar, organizacional, educativo…  y, por supuesto, a nivel personal.

Creo que tras el  coronavirus, no seremos los mismos. Se ha encargado él solito de  derribar  muchas creencias y eliminar muchas barreras.

Ha abierto otros canales, ha ampliado nuestra mirada hacia otros colectivos, otras formas hacer, etc.  Ha  fomentado  valores  humanistas y solidarios, y ha dejado al descubierto otros muchos puntos de mejora; confío en que aprendamos algo.

¿En qué punto estás de la curva?

He  de confesar que he tenido días, de montaña rusa, de sentirme agitada y zarandeada, y de manera muy fuerte!, una sacudida brutal. Sobre todo cuando se iban cancelando proyectos, y pensaba en cómo esta situación afectaría a mis clientes, a mi negocio, y por supuesto, al bienestar económico de mis hijos.

Seguramente, habrás tenido pensamientos parecidos, es normal, somos humanos. En el post pérdidas y ganancias hablaba de la curva del cambio. Las etapas por las que pasamos todos cuando nos enfrentamos ante un cambio. La traigo de nuevo aquí porque me ha ayudado a entender de nuevo,  y a los que me rodean, en qué momento se encuentran  y qué viene después.

Te presento la curva del cambio. Las 4 fases por las que tod@s pasamos cuando se nos presenta un cambio:

  • Llamada a la aventura
  • Negación
  • Frustración
  • Aceptación y compromiso con la acción

Cambiar con el coronavirus

La “llamada a la aventura”, es decir aquello que te impulsa hacia el cambio, aquí ha aparecido de manera brusca, repentina, dolorosa y no voluntaria.

Te propongo, que la leas con detenimiento. He explicado en la imagen adjunta brevemente, lo que ocurre en cada fase.

Con la curva delante, te invito a qué piensen en qué fase te encuentras AHORA mismo,  en el 1, 2, 3 o 4.

¿Qué pensamientos tienes? ¿De qué tipo son? ¿Qué conductas realizas? ¿Qué lenguaje tienes? ¿Cómo estás emocionalmente?

Reflexiona por un momento, según el punto en el que te encuentres, qué camino has ido transitando, ve repasando las fases anteriores (si las hubiera). Ve contestando a las preguntas anteriores según vayas recorriendo punto por punto. ¿Qué pensamientos tienes? ¿De qué tipo son? ¿Qué conductas realizas? ¿Qué lenguaje tienes? ¿Cómo estás emocionalmente? ¿Qué impacto o consecuencias tiene para ti permanecer en esta fase?  ¿Qué impacto tiene para la gente que te rodea física o virtualmente, el  que tú permanezcas en esta fase?.

Si te apetece puedes compartirla con otras personas, u observarlas y según sus emociones, pensamientos y palabras, ubicarles en alguna de estas fases.

Si has conseguido hacerlo, ¡Bravo!. Con este  ejercicio habrás aumentado tu auto conocimiento, elevado tu empatía hacia otros, ampliado tu foco sobre lo prioritario, y  amplificado tu círculo de ocupación.

Claves para afrontar el cambio

Decía Victor Frank, psicólogo  alemán,  autor del libro “En hombre en busca de sentido” , 100% recomendable, y más ahora, que.

“Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”.

Frank  por su trayectoria vital, sabe mucho de esto, así que toca hacerle caso.

Estas y estamos viviendo una nueva situación, jamás experimentada antes, y debes adaptarte a ella lo más rápido posible. Para ello, debes empezar cambiando primero tú, porque lo de antes, ya no sirve. O no todo lo de antes, va a servirte.

Liderando el cambio no lo temerás…

Una vez, has caído tanto, sólo queda resurgir. Tras los momentos malos que hayas pasado, totalmente normales, empieza a aceptar la situación, no te quedes estancado, haz por avanzar, acepta la realidad si puedes, y haz un esfuerzo por mirar la situación que te ha tocado vivir,  con ojos de gratitud y  oportunidad.

Es momento de comprometerte con la acción, responsabilizándote de ti y de tus acciones.  Preguntándote: ¿Qué puedes empezar a hacer en esta situación? ¿Cómo puedes aportar? ¿De qué puedes ocuparte? ¿Qué está en tu mano? ¿Qué requiere la situación  ahora de ti? ¿Qué puedes dar a los que te rodean? ¿Qué necesitas tú de ti? ¿De todas las cosas que podrías hacer, cuáles dependen de ti al 100%?

Ocúpate de ser sanamente egoísta, y centrarte en ti. Busca algunos huecos en el día para esto. Verás  los beneficios que te aporta a ti a los tuyos.

Somos cambio constante, es verdad que este ha sido DESCOMUNAL Y GLOBAL, pero intenta normalizar el cambio. Ya has experimentado varios cambios  a lo largo de tu vida.

En éste momento hay otro gran reto a superar, pero vas a tener que enfrentarte a muchos más (espero y confío en que ninguno como éste). Lo que sí, es que en todos ellos, vas a pasar por todas las fases, y puede que hagas varios ciclos completos, varias veces. No son fases cerradas, vas a fluir y transitar por ellas.

La  clave para ir afrontando el cambio con éxito,  está en NO estancarse en ninguna, y por supuesto la velocidad, por la que pases por cada una de ellas. Eso depende de ti, aunque puede resultarte más sencillo sentirte acompañado o acompañada. Estoy a tu lado.

¿Quieres realizar el ejercicio de la curva conmigo?. Si necesitas compartir tus preguntas, te escucho.

¿Sería bueno para ti , clarificar algún objetivo de por dónde empezar a cambiar? ¿Sientes que te has quedado estancado en alguna fase, y no ves salida?

Inhalo sorpresa, exhalo siempre gratitud.