Este 2020 nos ha hecho transitar por caminos oscuros y tenebrosos.
Caminos duros, llenos de piedras y agujeros, de suelos inestables. Sin dirección clara a lugares desconocidos jamás antes visitados.
Con movimientos bruscos que han agitado con fuerza a las personas que lo transitaban, para unos con unas consecuencias más graves que para otros.
Eso es la vida, transitar de un lado a otro. Me gustaría compartir dos historias que me han sido de inspiración en estos momentos complicados.
El Milagro de los Andes
La primera de ellas es sobre lo que se conoce como el “Milagro de los Andes”, ¿lo conocéis? , seguro que para muchos os suenan, fue un vuelo fletado que se originó en Montevideo, Uruguay, con destino a Santiago de Chile.
El 13 de octubre de 1972, la aeronave tuvo un accidente y chocó contra una montaña, partió el avión en dos, y la parte de la cola aterrizó chocar contra el hielo y la nieve en un glaciar. Los restos de la aeronave se ubicaron a una altura de 3570 m. s. n. m. en la remota cordillera de los Andes.
Viajaban 45 pasajeros, incluidos 19 miembros del equipo de rugby Old Christians Club, junto a familiares y amigos. Tras meses de búsqueda por parte de las autoridades, el 23 de diciembre de 1972, 72 días después del accidente, fueron rescatados 16 sobrevivientes.
Muchos de los supervivientes, se dedican a ir por el mundo explicando y contando su historia de supervivencia.
¿Cómo pudieron sobrevivir durante tantos días en condiciones tan extremas?. A uno de ellos, Gustavo Servino, le preguntaron durante una de sus conferencias ¿Cómo es el sufrimiento en la cordillera? Y, él contestó:
- El sufrimiento es algo subjetivo.
- Es algo único cada una de las personas que estamos reunidas acá.
- Cada uno de nosotros en nuestras vidas, hemos pasado o pasaremos por propia cordillera.
Todo un referente y superviviente de los campos de concentración Nazis
Segunda historia, la de Viktor Frankl, este hombre, un neurólogo, psiquiatra y filósofo austríaco, fundador de la logoterapia y análisis existencial.
De 1942 a 1945 estuvo en cuatro campos de concentración, incluyendo Auschwitz, conocido como el campo de exterminio. Lo que experimentó en esos años es inimaginable.
Logró sobrevivir; no así su mujer, sus padres, hermano, cuñada, muchos colegas y amigos. Tras esa terrible vivencia escribió un libro maravilloso convertido en best seller; “El hombre en busca de sentido» y del que Quizá para los que me leéis ya os sonará, porque en otro post he recomendado su lectura.
Pero voy a extraer una de sus frases:
Todo puede ser arrebatado a un hombre(mujer) menos, la última de sus libertades humanas: elegir su actitud en una serie de circunstancias. ¿No podemos cambiar la situación exterior? Si no está en nuestras manos cambiar aquello que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la afrontes el sufrimiento.
Mentalidad de Abundancia, un recurso útil para seguir avanzando
El sufrimiento ha estado presente estos meses, unido a miedo y a la frustración. Lo he vivido yo misma y sentido en las personas de mí alrededor. Lo he visto en los equipos a los que he acompañado durante este año.
Cada uno de nosotros, haciendo referencia a la primera historia, “ha pasado su cordillera cómo ha sabido y cómo ha podido” Aunque como comentaba en otro post de este año, esta pandemia, obviamente, nos ha pasado factura a muchos niveles; por supuesto emocional, económico, social, medioambiental….etc, como te explicaba en esta entrada del blog.
Como os decía, yo misma he sentido rabia y mucho miedo, cuando todo lo que está a tu alrededor se tambalea. Cada día, cada semana y cada mes ha sido cómo estar en una montaña rusa, llena de altibajos emocionales continuos, igual que lo transmitía mi anterior entrada sobre el frenazo que nos había provocado el corona virus…
Ahora, ¿cómo he podido levantarme, continuar, coger fuerzas, reinventarme y tirar hacia adelante? Y, de ahí mi referencia a la segunda historia:
- Cambiando mi actitud hacia lo que me rodeaba.
- Enfocándome en lo que SI tengo, en lugar de lo que me faltaba y echaba de menos.
- Cambiando mi mirada sobre lo que me rodeaba.
Es verdad a partir del 14 de marzo, recibía cada día llamadas de manera casi consecutiva, que como piezas de dominó iban cayendo rápidamente, avisándome que las sesiones y formaciones se anulaban. Obviamente por este motivo mis viajes se cancelaron. Mi fuente de ingresos disminuyó y me entró un pánico horrible. Todo lo que había construido durante los últimos años se había caído en unos días.
A los pocos días, en un momento de “subida” de esa montaña rusa, haciendo un ejercicio de parada serena, como explicaba, cambié mi actitud. Me propuse practicar lo que se llama, “mentalidad de abundancia” que se basa sobre todo en el principio de que “hay suficiente, que siempre obtendremos lo que necesitamos si sabemos cómo y dónde buscar. Es aquella que te ofrece posibilidades y oportunidades.
Entonces, siguiendo este enfoque, me pregunté: ¿Con qué cuento? ¿Qué tengo a mi alcance? ¿Qué sé hacer? ¿Quién me rodea?
Tras unos segundos, me di cuenta, efectivamente, que tenía muchas cosas. Contaba con muchos recursos a mi alcance. Tenía salud ( yo y mi familia, afortunadamente), tenía comida, un hogar en el que estar, una vivienda cerca del campo donde pasear y desconectar cuando nos dejaron salir. Contaba con muchas personas, con las que había conectado durante este tiempo atrás, compañer@s, colegas, Y además, poseía un ordenador con wifi, lo que me permitía seguir conectando con nuevas personas. .
Elegí quería sentirme útil. Tenía claro que quería mantenerme activa y ocupada. Así que gracias a ese cambio de mirada, he podido compartir momentos increíbles con muchos compañeros, a través de distintos canales, Instagram, Yotube, Linkedin Live…etc. ( como ya os he contado en otros post)
Durante este año, he acompañado a equipos de manera solidaria para estar cerca, ayudarles a entender y canalizar sus emociones, a compartir espacios seguros juntos. Realizando sesiones de coaching a líderes para gestionar y liderar estos momentos complejos de incertidumbre económica, y muy preocupados por su gente. Facilitando el tránsito de organizaciones hacia nuevos modelos organizativos.
Seguí escribiendo post para Linkedin, artículos para este blog, haciendo el reto mañanero de “los 5m” durante 100 días, preparando espacios de InspirAcción con #movimientoPICSAR.
Y, así he llegado a diciembre, sintiéndome desafiada y retada cada día. Ocupada. Queriendo ser útil a los demás, contribuyendo a mejorar la vida de las personas, elevando la conciencia personal, social, y medioambiental. Sintiéndome súper agradecida por ello. Además de reconocida, y sobre todo muy querida, por la gente que me rodea.
Tu historia también es inspiradora
No quiero terminar este último post, sin hacerte un homenaje a ti. Si, por supuesto. Tú has logrado algo maravilloso también.
Estoy segura que tu también te has caído y levantado una y otra vez.
Si contaras tu historia, serviría de inspiración a muchos. Hemos llegado juntos hasta aquí. Hemos vivido y transitado nuestra propia cordillera.
Has realizado grandes esfuerzos , aunque también , como yo, habrás tenido momentos buenos. Enhorabuena por ello, seguimos adelante, seguimos transitando por la vida. En breve comienza otro viaje.
¡Bienvenido 2021!
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