Por primera vez, en muchos años, tenemos una historia compartida. Todos hemos vivido el confinamiento y hemos pasado esta pandemia mundial.
Cada uno lo ha vivido de manera diferente, dónde ha podido y cómo ha podido.
Miles de historias de superación, haciéndolo lo mejor que sabían en casa y en el trabajo. Por esto, siento a mi alrededor gente cansada, agotada física y mentalmente. Yo también me siento así, ¿tú también verdad?
El cuerpo está resentido
Hace unos días, hablaba con mi amigo Miguel Angel Cordero, ex fisioterapeuta del Rayo Vallecano y ahora con clínica propia, que tenía ¡la consulta llena!.
Muchas personas acudían muy contracturadas y tensionadas. Obviamente, esto que hemos pasado, nos está pasando factura a nivel físico.
Comentábamos, cómo la situación vivida, donde peligraba la salud, predominaba la incertidumbre, aumentaban los ERTE´s, y algunos intentaban teletrabajar en casa en condiciones nada óptimas. Eran circunstancias que están teniendo un impacto muy negativo en la salud de las personas.
El cuerpo se resiente, y es muy importante cuidarlo!
Mantener el cuerpo con buena salud es un deber, de lo contrario no seremos capaces de mantener nuestro cuerpo y mente, fuertes y claros (Buda)
¿Trabajas desde casa? Atent@ a estos consejos:
Miguel Angel, nos comparte algunas prácticas, para prevenir lesiones cuando trabajamos desde casa:
- Adecuar espacio físico para teletrabajo, encontrando la silla óptima y ajustarla a la altura de la mesa.
- Adaptar el portátil como ordenador de sobremesa, elevando la pantalla y colocando teclado y ratón independientes.
- Evitar posturas estáticas en la jornada laboral. Levantarse cada 45 min.
- Poner límite a la jornada laboral. Desconexión digital.
- Practicar ejercicio regular dentro de las capacidades de cada uno, incidiendo sobre la movilidad general de columna y trabajo de abdomen.
La mente está bloqueada
Según la OMS ; “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”
Así que tan importante es cuidar la salud física como la mental y emocional.
Durante las últimas semanas he estado acompañando a equipos de trabajo, que han entendido que tenían que responder de manera ágil y cercana con sus clientes y colaboradores. Este esfuerzo titánico, realizado en condiciones complicadas de trabajo, ahora está pasando «factura«.
Las personas se sienten muy cansadas, con altos niveles de estrés por la multi tarea y por el ambiente emocional, familiar y profesional, que les ha rodeado, y en ocasiones desbordados. Se sienten mentalmente ofuscadas, colapsadas, con muy poca claridad en sus acciones y decisiones, desgastados de energía, y, todo ello, combinado con altos niveles de auto exigencia.
No lo escondamos, no hagamos que no existe. Es un cóctel con grandes consecuencias para la persona, y para el equipo donde opera, con repercusión también en la empresa en la que trabaja.
Las emociones mal gestionadas, escondidas y/o no compartidas, dificultan el devenir de los resultados, y la productividad
Es vital para los equipos “ventilar” y gestionar emociones para seguir #ConstruyendoJuntos,
y aportar resultados.
Las consecuencias de una mente estresada y bloqueada son en la actividad diaria son:
- Toma de decisiones apresuradas
- Menor creatividad
- Dificultad para concentrarse
- Pérdida de efectividad y productividad-
Es necesario ya abrir la caja de las emociones
Qué importantes han sido las sesiones de #feelingmeeting, orientadas a estos equipos en remoto, que reconocen la importancia de la #gestionemocional para poder prosperar y avanzar hacia el cumplimiento de sus objetivos.
En estas #feelingmeeting, trabajamos mucho la inteligencia emocional, y ésta puede definirse, según Goleman, como: «la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones, a nivel individual y colectivo. Practicando el auto conocimiento, la empatía y la motivación».
¿Para qué han servido estas las #feelingmeetings?
- Para gestionar la salud emocional del equipo, y prevenirla de posibles bloqueos.
- Co crear un espacio de absoluto respeto, seguridad y confidencialidad para que las personas se sintieran cómodas y seguras para expresar sus sentimientos con total libertad.
- Identificar y repasar las emociones de la curva del cambio. Conocer las fases por las que se pasa ante cualquier cambio y ponerlas nombre, normaliza y eleva la comprensión.
- Elevar la toma de conciencia de nuestro estado y el de los demás. Supone entender los pensamientos y los comportamientos propios y ajenos.
- Compartir pensamientos, sensaciones y acciones de cada fase. Normaliza, y de nuevo, eleva la empatía. Sintiéndose arropados y parte de un grupo.
- Recogida de aprendizajes . Es súper importante dedicar un tiempo a parar y reflexionar sobre lo que ha supuesto estos meses atrás. La gente necesita exponerlo, hablarlo, compartirlo, comentarlo, “sacarlo para afuera”. Y, por supuesto, también en los ambientes profesionales donde las emociones, como hemos visto, pueden bloquear la manera de trabajar y tomar decisiones.
Efectivamente, muchas empresas durante estos meses, han cuidado la salud física de sus equipos. Aquellas empresas, que abogan por #peoplefirst han entendido también, que las personas necesitan gestionar bien sus emociones.
Que sus equipos trabajen y apliquen la Inteligencia Emocional para trabajar mejor, de manera más equilibrada, y por lo tanto, de manera más feliz y satisfactoria. Que por supuesto, cuerpo y mente necesita descansar, y es lo que se debería hacer.
Entiendo la salud, de una manera holística, por lo tanto física, emocional y mental.
Te animo a potenciar la #inteligenciaemocional contigo mism@, y con tu equipo. A tomar conciencia de tus emociones y cómo gestionarlas, además desearte que ojalá puedas descansar y desconectar, física y mentalmente.
Feliz verano, y si has identificado esta situación en tu equipo, y te ha parecido interesante el contenido y quieres saber más, contacta con Vanessa Sánchez Coaching para explicarte…
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