Casi cuatro millones de trabajadores en Estados Unidos, equivalentes al 2,7% de toda la fuerza laboral, dejaron sus puestos en abril pasado: la cifra más alta desde que se comenzó a llevar este registro en el año 2000.
El dato parece confirmar la materialización de un reacomodo en el mercado laboral que el académico estadounidense Anthony Klotz bautizó como «la Gran Renuncia».
Se prevé que esta La «Gran Renuncia» puede convertirse también en un fenómeno global, a juzgar por los resultados de un estudio encargado por Microsoft que revela que más de 40% de la fuerza laboral global está evaluando la posibilidad de cambiar de empleador este año.
En este mes de noviembre, hemos conocido que en Italia más de 484.00 personas dejaron voluntariamente sus empleos.
Y, un estudio reciente llevado a cabo por AEDIPE con SmartCulture, el 25% de los directiv@s españoles se plantean un cambio profesional y el 14% lo acaba de hacer recientemente.
¿Qué está ocurriendo?
Seguramente, no habrá una sola causa a este fenómeno. Uno de los motivos, según el estudio de AEDIPE, el 37% lo hacen por una falta de encaje con la cultura y valores de la empresa.
Otro estudio llevado a cabo por Gallup, Estudio indica que el 75% de los motivos de las renuncias se relacionan con los gerentes o jefes directos.
El Dr. Travis Bradberry, experto en inteligencia emocional y coautor del bestseller Emotional Intelligence 2.0, expone que:
“las personas no dejan los trabajos, sino que renuncian a los jefes”
Según los expertos, los principales motivos por los que las personas están dejando sus empleos, son:
- Un exceso de trabajo que está provocando altos niveles estrés afectando gravemente a su salud mental, emocional y física.
- No encontrar equilibrio con vida persona, tras la pandemia, muchos profesionales se han dado cuenta la cantidad de horas que han trabajado sin ver a sus seres queridos ni han compartido tiempo con ellos.
- Ambientes profesionales negativos y cargados de tensión y miedo…etc. Una cultura donde se premia la competitividad y la agresividad por conseguir los resultados. Teniendo grave impacto en las relaciones personales y también afectando a la salud.
- Un salario no acorde con sus desempeño, trayectoria, aportación y habilidades profesionales.
- La vuelta a la oficina. Muchos profesionales han trabajado desde casa. El trabajo en remoto les ha permitido ganar en calidad de vida y un ahorro de costes.
¿Cómo se plantea el futuro?
Como consecuencia de todo, esto unido a la tecnología, la velocidad de los cambios y estos entornos complejos e inciertos en lo que nos movemos, están impactado en el #futurodeltrabajo.
Tantos cambios están propiciando nuevos requerimientos, nuevas demandas y formas de hacer, de pensar y, por lo tanto, de trabajar en organizaciones innovadoras.
Ante esto se hace necesario implantar en las empresas, nuevos modelos organizativos y operativos donde desaparezcan las jerarquías, y primen los equipos autónomos.
El conocimiento ya no está todo en manos de los jefes. Ya no hay tareas simples y rutinarias que ejecutar, y por lo tanto nada que supervisar ni controlar. Las jerarquías y los jefes van dejando de tener sentido.
Estamos ante un nuevo cambio de paradigma, donde las reglas han cambiado. El poder ahora está en manos del trabajador.
Ahora, el trabajador:
- Es el responsable de definir y liderar su trabajo.
- Pose la información, el conocimiento y el expertise.
- Decide el qué, el cómo y el dónde trabajan.
- Reclama autonomía y alineamiento con su propósito
- Participa en el diseño de objetivos estratégicos de alto nivel.
- Cobra altos salarios sin tener nadie a su cargo.
- Trabaja en equipos auto gestionados.
Esto ya sucede en el campo de la tecnología pero es cuestión de tiempo que se extienda a otros sectores.
¿Están las empresas de hoy preparadas para esto?, ¿Qué opinas?
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