Qué importante es crear una buena alianza, antes de cualquier proceso de Coaching. Una “buena alianza” que potencie esa relación de encuentro (Coaching), y saque lo mejor de cada uno (coach y coachee) para poder alcanzar los objetivos marcados.
Para que tenga lugar, esa alianza, debe existir, entre otras cosas, confianza mutua, respeto, honestidad y veracidad. El coachee, es el primero que debe ser honesto y sincero consigo mismo. Si no, se estaría engañando y no llegaría al nivel profundo de exploración. Desde ahí, ya adquiere el compromiso y su responsabilidad, que estará tan presente durante el proceso.
En la alianza, el coach siempre, deberá aportar su confidencialidad (código deontológico), además de la escucha con los “cinco sentidos”, estar siempre alerta, y presente a todo lo que dice y no dice, el coachee.
La alianza es co-creada entre coach y coachee. Ambos exponen de manera abierta y sincera qué aportan y qué necesitan el uno del otro para que las sesiones sean enriquecedoras. Se crea una burbuja de libertad, donde el coachee pueda pensar y expresarse sin pudor, sin prejuicios, sin barreras… un espacio donde pueda saltar, moverse o bailar si así, lo requiere su búsqueda… un espacio donde despliegue todo su potencial para crear, y dar rienda suelta a su imaginación. Se generará un espacio cómodo y “seguro”.
Dónde también, tiene cabida el chequeo de expectativas, el acuerdo de los objetivos planteados y el nivel de compromiso con la acción aceptado.
Cómo en el propio proceso de Coaching, no hay nada cerrado. La alianza es dinámica, puede transformarse y evolucionar, si el cliente lo necesita.
Si se dan todos estos ingredientes se crea una zona mágica para un Coaching poderoso.
… Así lo viví, como algo mágico. Por eso, no puedo estar más agradecida a los participantes del taller que impartí el pasado 20 de febrero, “Generando Conciencia”. En cada una de sus caras, vi el reflejo del poder que tiene el descubrir, la reflexión en el aquí y ahora, la definición del reto, la primera acción y, todo ello además, disfrutando.
Gracias a los participantes por su apertura (open mind que decía uno de ellos), generosidad, participación, adaptación, implicación, respeto y buen humor.
Fue una jornada increíble.
Qué potente es el Coaching! y cuánto disfruto con él!! .
Os dejo una foto de la Gran Alianza, en este caso, grupal, y que dio lugar a esa magia…
Como cada día …
Inhalo sorpresa, exhalo siempre gratitud.
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