Conduciendo de camino a casa, hace unos días, oí en la radio, que la asignatura de filosofía desaparecía de los planes de estudio. Me impactó la noticia, llegaron a mi mente una gran cantidad de preguntas (¿Cómo? ¿Porqué? ¿ Para qué? ¿Qué pasa con la filosofía?) e imágenes de mi pasado ( mi colegio, la universidad, mis libros guardados, etc.)
Mientras iba conduciendo, me invadía un sentimiento de incredulidad a la vez que de enfado. Bajo mi punto de vista, es una materia muy importante, y que desaparezca del sistema educativo, me hace preguntarme qué clase de “adultos” tendremos en el futuro. Es una asignatura clave, donde te enseñan a pensar y reflexionar, a cuestionar las cosas visibles y no visibles, a crear, a imaginar y, a ver de diferentes formas una misma realidad (el ser humano, el mundo, vida, la muerte, las emociones, etc.)
Ahora caigo, que entre esos “adultos” estarán mis hijos!! ¿no estudiaran filosofía en el colegio? Me resisto a pensarlo! Al menos en casa, siempre tendrán en la estantería, mi viejo libro de El Mundo de Sofía (lectura recomendada para una aproximación fácil y sencilla de los principales filósofos), y que me encargaré de mostrárselo, leérselo e incitarles la curiosidad para leerlo.
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A mí la filosofía me gustaba mucho en el colegio y sacaba buenas notas. Tenía un profesor que se llama José María, que fue el primero en explicármela y me inició en la lectura por autores como Sócrates, Plantón, Aristóteles, Kant, Hume, Sartre, Marx, Gasset … y, más tarde, cuando estudiaba en la Universidad la carrera de Psicología, también tuvimos la asignatura de Historia de la Filosofía y Psicología. Lo que nunca pensé cuando era estudiante, es que de una manera u otra, la filosofía iba a estar tan presente en mi vida.
Os lo explico, ahora viéndolo con perspectiva y salvando todas las distancias, hay dos cualidades de la filosofía, que son claves, al igual que en el Coaching Dialógico, que son: mantener siempre una actitud curiosa, humilde y una alta capacidad de asombro , que lleva irremediablemente, al arte de cuestionarse las cosas, y representarlas en forma de pregunta.
El Coaching comparte mucho, sobre todo, del modelo socrático; que consiste en hacer preguntas al discípulo para que éste vaya descubriendo el conocimiento latente en él. Recordemos que para Platón, nacemos sabiendo, lo que hay que hacer es sacar el conocimiento, con la guía de un maestro al que llama «partero de almas». Para Platón en su Academia, la conversación viva era lo más importante. No es casualidad, que el diálogo llegara a ser la forma escrita de Platón. Partiendo del ser humano como ser completo y conocedor de todas las respuestas, solo que las ha olvidado y por medio de las preguntas, llega a resolver su cuestión. Desde el Coaching Dialógico, el ser humano es un ser completo y todas las respuestas están en él. El coach con esa actitud de explorar y descubrir, va observando y preguntado a su cliente por aquello que hasta el momento nunca antes había cavilado (su propósito vital, sus valores, su yo esencial, aspectos sobre cómo resolver una situación difícil, diferentes opciones para tomar una decisión importante, etc.)
Sentirte confiado, en actitud de apertura, escucha y tomando de conciencia de lo que pasa, llegarás a tus propias respuestas y aprenderás a generarte otras nuevas preguntas (¿Qué me sucede ahora? ,¿Qué estoy sintiendo? ¿La conducta que he tenido hoy me acerca o me aleja de mis valores? etc.)
Todos y cada uno de nosotros tenemos la capacidad de tener una mirada crítica con el mundo, de preguntar y reflexionar sobre las cosas que suceden, de preguntarnos y reflexionar sobre nosotros mismos (¿Quién soy, ? ¿A que he venido a este mundo? ¿Qué misión tengo?, etc.) Capacidad para ser creativos y de observar y observarnos y, por supuesto también de escuchar.
Sólo, que a veces necesitamos un pequeño empujón para dar las respuestas, por eso el Coaching puede guiarte por el camino hacia tus propias respuestas.
Desde estas líneas, rindo mi pequeño homenaje a la filosofía. Porque me resisto a pensar que desaparecerá. Porque aunque desapareciera del ámbito académico, su esencia siempre quedará en cada uno de nosotros, de manera consciente o inconsciente.
Recuerda que tú también eres un ser sabio. La filosofía reside en ti.
Tú también eres un filósofo!
¿Qué relación tienes tú con la filosofía? ¿De qué manera está `presente en tu día a día?
“Soy el hombre vivo más sabio, porque sé una cosa, y es que no sé nada”.-Sócrates
Inhalo sorpresa, exhalo siempre gratitud.
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