Cerré la puerta de casa contenta. Comencé a pensar qué es lo que me producía ese estado. Era una sensación entre alivio y satisfacción.

¿Qué había hecho en los últimos treinta minutos que me producía esa felicidad?

Repasando mentalmente, no había hecho nada especial. Ese “nada” consistía en realizar las actividades ordinarias del día a día.

Es verdad, que ese día las realicé con más atención,  con más mimo y cuidado y fijándome en cada detalle.

Esa mañana, tras ducharme, me senté a  responder  unos mails pendientes, cerré el ordenador y organicé el escritorio: guardé en el cajón algunos papeles, metí los bolígrafos en el bote, y puse en pie el calendario de mesa.

Una vez en el salón:  cogí los cojines, los ahuequé y los coloqué simétricamente en el sofá, regué las plantas , ordené los tiestos y coloqué el jarrón de flores, en el centro de la mesa; luego me dirigí a la cocina: guardé en el armario las tazas de desayuno ya fregadas y tiré a la basura  unos pequeños trozos de un juguete roto que andan dando vueltas hace unos días, y justo antes de salir, me pinté los labios.

En esta reflexión que estoy haciendo, creo que pintarme los labios fue un gesto inconsciente de reconocimiento, un premio por lo bien que lo había hecho .  

La  sensación que  me recorría el cuerpo era de alegría.  Todo aquello que había dejado atrás cerrando la puerta, estaba en su sitio.

El universo del desarrollo personal

De acuerdo con el libro El Kybalión, el Principio de Correspondencia dice textualmente: «Como arriba es abajo; como abajo es arriba “. En el Universo todo se corresponde entre sí. Cuando llevamos este principio al nivel humano, podemos modificar las palabras y decir:

«Como es adentro es afuera; como es afuera es adentro». Todo lo que sucede alrededor de una persona refleja lo que le está ocurriendo por dentro».

Parece que necesitaba organizar mi mente, y lo hice organizando el espacio que me rodeaba. En definitiva había aplicado en casa algunos de los principios del Sistema Kaizen y , de esto no era tan consciente, sobre todo de los últimos.

El sistema de las 5 S fue aplicado en las fábricas Toyota en los años 1960 con el objetivo de lograr lugares de trabajo mejor organizados, más ordenados y más limpios de forma permanente, para lograr una mayor productividad y un mejor entorno laboral.

Muy resumidos son:

  • Seiri: Clasificación: Consiste en clasificar lo necesario y de lo que no. Y eliminar esto último.
  • Seiton: Orden: Organizar el espacio de trabajo de forma eficaz.
  • Seiso: Limpieza: Mejorar el nivel de limpieza de los lugares
  • Seiketsu: Estandarización: Prevenir la aparición de la suciedad y el desorden (Señalizar y repetir) Establecer normas y procedimientos.
  • Shitsuke: Mantener la disciplina. Fomentar los esfuerzos en este sentido y seguir mejorando.

El orden o desorden afectan a nuestras emociones.

Dos estudios que pueden contribuir a  demuestrarlo; Uno , el estudio realizado por Boyoun Chae y Rui Zhu, que fué publicado originalmente en el Journal of Consumer Research en abril del año 2014 y reseñado un año después en en el Harvard Business Reviewel. Luego de tres años de estudio, las investigadoras llegaron a la siguiente conclusión:

“Nuestros estudios muestran que las personas que trabajan en escritorios desordenados son menos eficientes y persistentes y se sienten más frustrados y cansados que aquellos con escritorios impecables”

El segundo, un estudio reciente de la Universidad de Liverpool ha concluido que las personas asociamos inconscientemente las formas simétricas a palabras positivas como “placer”, “paraíso” o “cielo”, mientras que las asimétricas o aleatorias se asocian a palabras como “desastre”, “mal” o “muerte”.

Estudios que pueden explicar mi sensación de bienestar cuando salí de casa con todo ordenado, y por lo tanto con la “mente organizada” para afrontar mi día de manera más clara y más eficiente.

Descubriendo el coaching para una mejora continua

¿Recuerdas algún episodio reciente donde has ordenado/limpiado un espacio? ¿Cómo te has sentido cuando lo has acabado? ¿Qué tiempo de tu día a día dedicas a cuidar y organizar el espacio que te rodea? ¿Qué importancia tiene el orden en tu día? ¿Qué beneficios tiene para ti el orden?¿Y le desorden, qué ventajas tiene?

Levanta un momento tus ojos de la pantalla, y echa un vistazo a tu al redor. ¿Con qué adjetivos, relativos al orden, lo describirías?

¿Conocías el sistema Kaizen? ¿Cuál de los cinco principios realizas más habitualmente?¿Y cuál es el que menos? . Partiendo de éste principio, que de inicio podría costarte más, ¿si tuvieras un haga madrina a tu lado, que la pedirías para que tú pudieras aplicarlo a tu día a día? ¿Cuál de todos tus talentos y recursos internos podría ayudarte a conseguirlo?

“Kiazen significa una mejoramiento continuo en la vida personal, en casa , en el trabajo y en vida social “(Masaaki Imai, Responsable de popularizar el sistema Kaizen)

Sólo recordarte que el coaching es una de las herramientas que te ayuda a implantar esa mejora continua que tú necesitas en un momento determinado en cualquiera de los ámbitos que Masaaki nombra. Realizar un proceso de coaching te orienta hacia la excelencia y mejora tu calidad de vida.

Inhalo sorpresa, exhalo siempre gratitud.