En muchas las empresas a lo largo de este año 2019, durante sus conversaciones, reuniones, entrevistas y formaciones, la palabra que más se pronunciará y oirá será TRANSFORMACION.
Una palabra que de inicio, para muchos genera resistencias y miedo… pero que es completamente necesaria para adaptarse a las nuevas necesidades que tienen los clientes, a las nuevas formas de entender el trabajo, a las nuevas demandas que generan los sectores, las nuevas maneras de comunicar, etc.
El cambio y la transformación son la clave para cualquier organización, que quiera crecer y avanzar. Además de ser el elemento fundamental para sobrevivir y sobre todo destacar, en este mundo VUCA que nos rodea.
Tras todo este tiempo, en contacto con empresas y organizaciones, he detectado siete elementos importantes a tener en cuenta para llevar a cabo un proceso de trasformación.
Un proceso, que sí o sí va a implicar transformar personas. Sea la transformación que sea, siempre implica primero, transformar la manera de creer, de pensar y de hacer que tienen las personas.
Las Siete Ps para conseguir lo que deseas
Si estás al frente y/o participas de un proceso de transformación, te resultará necesario que evalúes en qué medida las siguientes palabras:
- Propósito. Cualquier cambio debe tener un para qué. Lo primero es contar con un motivo transcendental que empuje e inspire a llevarlo a cabo. Un propósito que conecte a la personas / empresa para comenzar a emprenderlo. ¿Tienes un propósito definido y establecido? ¿Está escrito en algún sitio? ¿Ha sido comunicado con el resto de personas que te rodean? ¿Cómo y de qué manera los has realizado? ¿Hace cuanto tiempo que lo has difundido y compartido?
- Pasión. El entusiasmo por conseguirlo debe contagiar/nos. Debemos enamorar a aquellas personas que son clave en la transformación. Trasmitir pasión por lo que crees, por las oportunidades que se presentan, por los logros y por el impacto que se generará por lo conseguido. Actualmente, si tuvieras que puntuar del 1 al 100 tu nivel de pasión, siendo 1 muy bajo y un 100 súper alto ¿Qué número dirías?, Fácil… otra pregunta ¿Satisfech@?
- Pensar. La capacidad de parar, pensar y reflexionar sobre dónde estás en el momento presente y donde quieres llegar en el futuro. Tomar conciencia es el punto de partida. ¿Qué número de tu lista de prioridades para el 2019 está el parar para reflexionar?
- Plan de acción. De nada sirve el propósito , las ganas y la reflexión, sino diseñamos un plan de acción viable, realista y detallado de cómo vamos a conseguirlo. Nos marca las pautas y los hitos que van a acontecer. Sin reflexión no hay acción; y sin acción no hay transformación. ¿En qué punto está tú plan de ejecución? ¿Cuál sería el primer paso que tendrías que dar a continuación? ¿A qué personas de tu equipo puedes pedir ayuda para crearlo, construirlo e ir modificando según sea?
- Persistencia. Cualquier cambio o novedad provoca ciertas resistencias al principio; incredulidad, incomprensión, amenaza… Son todas válidas y comprensibles, pero también pueden ser vencidas con el tiempo. Por eso, hay que ser persistente, seguir insistiendo, contando, recordando, explicando, inspirando y exponiendo el proyecto para el cambio. Toca “pico y pala”. Con energía medida pero sin descanso. ¿Cómo podrías practicar más la constancia? ¿Qué habito podrías incorporar en tus rutinas que te ayude a recordarlo? ¿Qué imagen, palabra o idea deberías tener presente para ayudarte a seguir persistiendo, y no tirar la toalla?¿A quién podrías recurrir en momentos de flaqueza?.
- Personas. En todo proceso la persona es clave. Si, sé que puede parecer obvio, pero a veces no es tenido en cuenta. La persona es un sistema vivo, complejo, que pasa por diferentes estadios emocionales, etapas vitales, etc. Los equipos y las organizaciones están compuestas por personas, que sienten, viven y padecen. Entender su grandiosidad y a la vez su complejidad, nos ayudarán a desarrollar las competencias necesarias, enfocar las energías, orientar esfuerzos, utilizar los canales adecuados y detectar y despertar las motivaciones, para conseguir todo lo anteriormente expuesto.
- Paciencia. Los procesos de transformación profunda requieren paciencia para ver resultados. No es algo inmediato y muy visible. Por el contrario, son cambios lentos, que llevan su ritmo, imperceptibles al principio para algunos “ojos”, pero inmensamente potentes cuando se logran. ¿Tienes identificado en qué momentos sientes que pierdes la paciencia? ¿Qué te dices y sientes cuando la pierdes? ¿Qué impacto tendría en los demás si perciben tu impaciencia? ¿Qué podría ayudarte a elevarla?
Te dejo un breve cuento por si te ayudará…
“Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, hasta tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles y habría abandonado el riego matando definitivamente la planta. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de solamente seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
¿Conoces los estadios vitales y emocionales de la gente te que rodea?, ¿Tienes identificados cuales son las motivaciones que mueve a cada uno de tu equipo?, ¿Qué más podrías hacer para conocer mejor a las personas que te acompañan en esta gran aventura?
Ojalá estas palabras te resulten de utilidad, y te aporten algo de luz en este camino de claroscuros. A la vez que, espero que te potencien y te animen a seguir con tu propósito de conseguirlo.
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