“Desde niños habían sido grandes amigos. Uno de ellos era mandarín y se le había ofrecido un importante puesto oficial. Estaba preocupado por la responsabilidad que tendría que necesariamente adquirir, por lo que rogó a su amigo de la infancia que viniera a verle y le puso al corriente de la situación.
- Tú, que eres un hombre tan equilibrado, dame algún consejo- le rogó el mandarín.
- Te recomiendo, amigo mío, que siempre seas PACIENTE. Suceda lo que suceda, sé paciente. Ejercítate sin tregua en la paciencia. Es el mejor consejo que pudo brindarte.
- Tienes razón – convino el mandarín- Seré paciente , muy paciente. No dejaré de enterarme en la paciencia.
Los dos amigos se encontraban a gusto tomando una taza de te.
- Sé paciente, muy paciente. No lo olvides.
- No, no lo olvidaré – aseguró el mandarín. Seré paciente.
Transcurrieron unos minutos.
- Paciencia, mucha paciencia…. ¿de acuerdo?
- Si, si lo tendré en cuenta….
Y, cuando se estaban despidiendo, el amigo le dijo;
- Pase lo que pase, mucha paciencia, pero mucha mucha ..
El mandarín , exasperado ya , exclamó
- Pero que ya te he oído! Me tomas por tonto? ¡ deja de repetir lo mismo! ¡ me estás sacando de quicio!
Su amigo, le miró y le respondió;
- Aun te dejas ganar por irascibilidad. Me gustaría ver cómo te ejercitas en la paciencia ….
El mandarín se sintió ridiculizado, pero muy agradecido. Nunca olvidó la lección.
¡QUE DIFICIL ES SER PACIENTE!
Cuentos de oriente de Ramiro Calle
La paciencia es siempre buena consejera.
El que es paciente, no se angustia, no se tensa… sabe esperar, permanecer y ser.
¿Qué presencia tiene la PACIENCIA en tu vida?
Del uno al diez, ¿cuál sería tu nivel de paciencia actual? Y, que nivel sería ideal para ti alcanzar? Aquel con el que te encontraras satisfecho?
¿Para qué querías alcanzar más paciencia? Qué traería a tu vida un mayor nivel de paciencia?
Pregúntate y Reflexiona.
La paciencia también puede trabajarse a través del Coaching, y si lo realmente lo necesitas, traerá grandes beneficios a tu vida.
Estoy a tu lado si me necesitas ( como siempre!)
Inhalo sorpresa, exhalo siempre gratitud.
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