La otra noche, sentada en el sofá y zapeando casi por inercia, una palabra llamó mi atención. Laberinto.

Hacía mucho que no oía esa palabra. La tengo asociada al cine, “El laberinto del Fauno” o a “Más allá del laberinto”, protagonizada por el artista ahora fallecido, David Bowie. Ésta última me impactó demasiado y cogí miedito  a Bowie, pero bueno ,  eso ahora no viene al caso.

Aún  visualizando  al andrógico y camaleónico  artista, miré fijamente la pantalla del televisor y vi a un hombre de unos sesenta años, orgulloso, emocionado y muy contento relatando su historia. Se llama Emilio.

Contaba que toda su vida se había dedicado a vender madera, pero  años atrás, por la crisis,  vio que las ventas descendían cada vez más, y que su negocio estaba a punto de quebrar. Hasta que un día, lejos de quejarse, rendirse o apenarse, decidió dar a los árboles un uso diferente. Los utilizó de una manera totalmente nueva para él. Los plantaría para poner en marcha su sueño; crear un laberinto a tamaño natural.

Invirtió más de cinco año en plantarlos. Plantaba árboles por la mañana, por la tarde e incluso por la noche. Realizó un gran esfuerzo. Mucho cuidado y dedicación a que los árboles vivieran y crecieran. Los vecinos del pueblo le llamaron loco, pero él confiaba en sí mismo y que conseguiría lo que se propondría. También necesitó tiempo para planificar el recorrido, los caminos, “las trampas”, la salida correcta, gestionar y llevar a cabo los permisos necesarios, etc.

Pero tras su persistencia e ilusión, Emilio cumplió su sueño. El 8 de abril de 2017 abrió sus puertas el Laberinto de Villapresente (Cantabria) http://laberintodevillapresente.es/

Ha superado todas sus expectativas, el laberinto se ha convertido en algo grandioso pues se ha convertido en el más grande España y entre unos de los más grandes de Europa, y con una superficie de 5625m². Desde que abrió, cada día recibe muchísimas más visitas de las que él se podía imaginar.

Porque además Emilio, ha tenido la generosidad de compartir su obra. Puede ser visitada por cualquiera que quiera pasear por un camino de árboles, jugar a encontrar la salida, probar su sentido de la orientación o disfrutar del aire libre con su mascota, etc. Y, además ha contribuido a crear puestos de trabajo para su hija y para otros vecinos del pueblo directa o indirectamente.

 

 

Esta es una historia de creatividad, confianza, superación, generosidad y sueño cumplido.

Un ejemplo más de que quien es valiente y tiene claro su camino, enfoca toda su energía hasta conseguirlo. Y claro, que se consigue. Ejemplo de que cada uno de nosotros tiene la capacidad de reinventarse, potenciar su creatividad, divertirse, trabajar en lo que ama e incluso ganar dinero.

Cuando tienes un propósito vital que transciende y te mueve a realizarlo y conseguirlo, vives con entusiasmo e intensidad cada día.

Gracias Emilio por esta lección-

  

«La vida es un laberinto a través del cual transitamos como peregrinos en búsqueda de un centro que le dé sentido a la vida.

Mientras lo recorremos, en cierta forma, estamos realizando un viaje heroico, a través del cual tenemos que pasar y sobrepasar pruebas, con el fin de descubrir la verdad y relevársela a los otros» .- Jorge Luis Borges.


 

Y tú ¿ya tienes tu propósito claro? ¿Qué sueñas alcanzar?

¿Qué te mueve cada día a levantarte y encauzarte para cumplir tu sueño?

¿Cuantos ejemplos como Emilio conoces que pueden servirte de inspiración?

 

Con esta energía comenzamos Septiembre!

 

Inhalo sorpresa, exhalo siempre gratitud.

  1. Laberinto; dícese un recinto, generalmente con entrada y la salida en distintos lugares, que está constituido por calles parecidas que se entrecruzan y se disponen de tal manera que resulta difícil orientarse para alcanzar la salida.

 

Foto de portada  e interior obtenida de la web http://laberintodevillapresente.es/