Recordáis el reto de la semana pasada?  El reto es; 21 DIAS SIN QUEJAS!

 

Os contaré como ha ido mi experiencia durante los últimos días;

 

Acepté el reto con ilusión y energía positiva, sabiendo que no era fácil (al menos para mí). Lo propagué entre vosotros, amigos, familiares y demás contactos, pero al menos que yo sepa, nadie se unión.  No tuvo gran aceptación.

Me comprometí y eso para mí era importante.

No pasa nada,  me dije, me enfrentaré sola al reto. Seguía igual de animada.

 

Aún, estoy, en el día uno! SI, efectivamente, sé que  ha  pasado una semana, pero me he quejado todos los días, asique como decía Bowen, hay que empezar de cero cada vez que incumples el reto!!!!

Como dije, en el anterior blog, requería voluntad y conciencia. Pues efectivamente, eso y mucho más.

 

¿QUÉ APRENDIZAJES OBTENGO DE ESTO?

Primero, y para mí importante, no frustrarme, ni castigarme por estar casi en el punto de inicio; y seguir intentándolo. No pasa nada. Sigo comprometida y motivada, y con mi pulsera puesta en la muñeca.  No debo abandonar, sino seguir persistiendo. Pues  lo mejor suele estar siempre al final … Sé que lo conseguiré.

 

Segundo,  Tomar de conciencia de mis pensamientos  y de mis palabras. Más de lo que esperaba!. Los primeros días, me  daba cuenta de la queja, tras haberla verbalizado. Observé, que la queja o la negatividad, salía de  mi  pensamiento rápido y se canalizaba por la boca de manera natural y automática. Sin apenas procesar ni hacerlo consiente del todo. El gran aprendizaje, ha sido, darme cuenta de esto. Parece una obviedad, pero es lo que me ha servido para, cada vez y de manera más presente, parar esos pensamientos antes de que salgan por  mi boca. Sigo en ello, pero voy avanzando. Bien!.

 

Tercero, el haberlo compartido con los demás, también me ayuda a seguir adelante y, cuando me olvido, ellos me lo recuerdan. Se lo agradezco ( aunque lo fácil sería  refunfuñar!)  para continuar con mi proceso de conciencia y aprendizaje. Quizá sola del todo … no hubiese avanzado tanto…

 

Cuarto, le he encontrado una transcendencia mayor, que el simple hecho de no quejarse.

Cuando he contado a allegados y contactos mi reto, algunos me  han dicho; “¿¿¿qué?? ¡¡¡No quejarse?? ¿¿¿Y de qué te sirve??; o  ¿¿¿Así no conseguirás las cosas??; o ¿con lo a gusto que te quedas después???

   Mi  gesto era a la vez de asombro y de incredulidad…. ¿Cómo conseguiré las cosas….?  ¿Me siento a gusto  tras la queja …?¿?¿?.?

 

Después de pensarlo mucho, creo que  estas afirmaciones,  se quedan en un plano muy superficial.

 

Este reto No es solo eso! Ni mucho menos! A través de esta acción, también supone, erradicar cada vez más la presencia de mi ego. él que está siempre en primer plano y no me deja observar ni descubrir más allá. Pierdo mucha energía en alimentar mi yo, en tener razón, en pensar que hago bien, o que los demás no saben , o en intentar entender porqué hacen los demás esas cosas, o intentar imponer mi ritmo y no dejar a las cosas fluir por sí solas  …. ,etc.

Me he dado cuenta, que es inútil invertir  tiempo y energía en esto. ¿Sentirme a gusto?, Para nada! Me doy cuenta  que estoy siendo muy egoísta.  Las frases negativas y la queja continua,  no  me llevan a nada. Sólo a mi  desgaste interior  y a mi  mal humor.  Además de ir en contra de mi esencia y de mis valores como persona.

Ufff!! ESTE SI ES EL GRAN RETO.

 


Me expongo ante vosotros; y reconozco que también debo aprender mucho, que el camino lo sigo  andando, que voy  en la senda de mi descubrimiento interior,  centrada en mi propósito, y  me encanta!!!

Os animo continuamente a descubriros…. y encontrar vuestros tesoros interiores…

Estas palabras surgen de lo más profundo de mi corazón. Y, que comentar estas reflexiones, para algunos, me hace vulnerable.

Pero así soy yo.

Con  V de Vanesa, V de Vulnerable, pero también con V de  Valiente.  😉

 

Gracias por dedicar unos minutos a leer mis aprendizajes y reflexiones.

 

PD Gracias a mis coachs que me ha ayudado tanto en mi viaje interior, y gracias a ellos estoy en este punto del camino, y avanzandooooo…!

 

Inhalo sorpresa, exhalo siempre gratitud.