Hace relativamente, poco me regalaron un libro de mándalas y descubrí la actividad de pintarlos. Una tarde mi hijo de seis años me vio, y se animó a pintar conmigo. Me gustó, me pareció creativo, relajante y divertido, además de pasar ese tiempo especial con él. Fui leyendo y descubriendo un poco más sobre ellos.
Y, un día, pensé… ¿por qué no impartir un taller de mándalas para padres como yo, que tienen semanas ajetreadas, con ritmos frenéticos y, que no pasan todo el tiempo que necesitan con sus hijos? Sentí un impulso que me llevó a hacerlo, así sin pensarlo demasiado. Perdí el miedo, salí de mi zona de confort, pues no sólo era una materia novedosa para mí, sino que además el público eran niños! , bueno, y sus padres. Después de ilustrarme, veía que podía crear un taller para padres e hijos que combinar una aproximación sobre qué es mándala y sus beneficios, con mi experiencia y conocimientos de Coaching sobre todo para aumentar el nivel de conciencia de padres e hijos.
El objetivo era poder compartir un tiempo de calidad con mi hijo y llevármelo conmigo a los talleres que imparto, así podía comprobar de primera mano que hacía cuando me iba a “trabajar”.
El taller perseguía además los siguientes objetivos;
- Que los demás padres también pudiera compartir ese tiempo de calidad con sus hijos. Que contaran con una oportunidad única sin distractores para estar cien por cien presentes con sus hijos, dedicándoles toda la atención que merecen.
- Conocer qué es un mándala en sus diferentes expresiones artísticas, y como nos ayudará a canalizar y expresar emociones
- Potenciar la creatividad y la concentración de adultos y niños.
- Y, por encima de todo, Divertirnos ¡
Entre una de las actividades que realizamos, pero no la única, es obviamente, los más conocido, que es pintar mándalas. Explico cómo deber hacerse, y cuáles son sus beneficios, entre ellos, los mándalas son;
- Un medio para combatir el estrés y la tensión
- Un punto de encuentro entre el mundo interno y externo
- Un vehículo de armonía y de sanación
- Es un centro energético de equilibrio
- Tiene capacidad de purificación personal y del entorno.
- Medio par desarrollar la intuición
- Medio para expresar y desarrollar la conciencia
- Instrumento de meditación activa y concentración.
Después de cada actividad, realizo preguntas poderosas a padres e hijos para tomar conciencia sobre el estado emocional, sobre que sienten aquí y ahora, cómo sienten el cuerpo y su energía. Les hago reflexionar sobre si los colores elegidos o el tipo de trazo realizado significa algo para ellos, que les “dice su mándala”….
El sábado pasado, fue la segunda vez que lo imparto, y cada vez estoy más agradecida, tanto a los espacios que apostaron por este taller (Los Gugas , librería infantil de Alcobendas (Madrid) y Clinica Marmade (Algete,Madrid), cómo a los padres, pero sobre todo, mi gratitud va dirigida a los niños. De los cuales aprendo mucho con ellos y de ellos. Me encanta ver sus caras de concentración pintando, sus caras pensativas sobre el color a elegir, como casi ni me escuchan cuando hablo, pero les da igual porque ellos siguen enfocados en su tarea, … o no. Y ya. No pasa nada. Fluyen y dan rienda suelta a lo que sienten o les pasa en ese momento. Sin frenos! Me encanta! Porque veo un fluir en ellos que me vuelve loca y me contagian. Y, salgo, tan recargada de energía y tan baja de “ego” que me apasiona. Está resultado de gran valor para mí.
El taller ha cumplido todas mis expectativas. Veo salir a los padres con una sonrisa, relajados y “queriendo aun más a sus hijos” por todo los que les han enseñado y lo bien que han estado. Los padres descubren nuevas formas de comunicarse y relacionarse con sus hijos, y, también aprenden sobre sí mismos. Al igual, que yo, claro. Cada vez conozco más a mi hijo, le “veo” y me “ve”, en nuestras diferentes facetas y roles. Yo estoy feliz, y mi hijo más!! , pues está emocionado por acompañarme y de ser “mi asistente” (como él dice), en el Taller de Mándalas. Y, por otro lado, casi sin darse cuenta, él también está aprendiendo a que “debe compartirme” con mas niños, a hablar en público de manera natural, a utilizar palabras nuevas, a estar en diferentes entornos incluso laborales, a escuchar y a respetar las opiniones y gustos de los otros, a calmarse con la meditación, y muchísimas más cosas, seguro!
Es una experiencia muy enriquecedora.
Ya se han interesado algunos adultos en hacer un taller de mándalas solo para ellos. Vuestras peticiones serán tenidas en cuenta,…. Pero para el 2017! Tengo por delante un final de año, lleno de retos y más retos.
PD Post dedicado a mi hijo Adrián. Muchas gracias hijo.
Inhalo sorpresa, exhalo siempre gratitud.
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