El reto que se plantea tienen mucho que ver con el tiempo que eres capaz de mantener una atención única y sostenida sobre una lectura o una tarea sin ver el móvil o contestar algún mensaje.
El problema se presenta con las distracciones que aparecen a tu alrededor, pero realmente el problema es que puedes trabajar desde casa y eso aumenta las distracciones.
Con todo ello se nos plantea la siguiente reflexión:
¿Qué parte de tu tiempo profesional sientes que estás plenamente concentrad@ en lo que haces?, ¿Saltas de una cosa a otra en modo automático sin saber qué toca después?
Los desafíos del Trabajo en Remoto
Uno de los desafíos del trabajo en remoto, es mantener a raya las distracciones y concentrarnos en la tarea que tenemos por delante.
“Es muy interesante lo que estás contando; pero es imposible atenderte con la cantidad de mensajes parpadeantes que tengo ahora mismo en mi pantalla…”
“Estar aquí más de una hora se me hace muy pesado y pierdo la concentración…”
“Perdonar, que me llaman por teléfono. Tengo que dejar la reunión. ¡Ha surgido un fuego! Me están bombardeando a correos!…»
¿Os resultan familiares las anteriores situaciones? ¿Os reconocéis en alguna de ellas?
Son sólo algunas de las frases reales que he recogido, de las sesiones en las que he participado como facilitadora.
Han sido meses con una gran cantidad de trabajo, que en ocasiones ha llevado aparejado una gran tensión, para poder superar los problemas económicos de las compañías que han ido dejando a su paso la Covid; y desafíos complejos que los equipos han tenido que afrontar.
Con agendas llenas de reuniones, sin apenas unos minutos de tiempo entre una y otra, casi sin saber qué tema tocaba después.
He visto cómo compañeros y asistentes, llegaban aturdidos, distraídos y en ocasiones, resoplando, bandejas de mail colapsadas, cantidad de mensajes aún pendientes de leer, mensajes de los grupos de whasstapp sin contestar, etc.
Las reuniones se han celebrado, apenas sin llegar a acuerdos, donde por la falta de profundidad y concentración, se producen conversaciones superficiales, y por lo tanto, las decisiones se dilatan el tiempo.
O bien donde los chats de Teams, echan humo, y se mantienen varias conversaciones a la vez durante las sesiones.
El valor de nuestras capacidades mentales
La desconcentración no cesa. La multitarea, el agotamiento, la fatiga visual, la carga de trabajo, las videollamadas, etc.
Demasiadas horas de conectados al trabajo sin apenas “desconexión”. Todo esto, ha generado en los profesionales, un estrés que, entre otras cosas han impactado negativamente en la capacidad de atención y concentración.
Esto no sólo ha es perjudicial para la salud y el bienestar del profesional, sino que además y por correlación, ha ido mellando en su productividad.
La cantidad de información es inversamente proporcional a la capacidad de concentración ( FOCUS; Goleman )
¿Qué es la concentración?
Se entiende como concentración la habilidad o capacidad del ser humano (y de otras especies) para focalizar sus recursos cognitivos en un estímulo o acción, de tal manera que el resto del entorno queda desdibujado y parcialmente desatendido a menos que alguna estimulación nos llame la atención.
Dicho de otra manera, se puede entender como una focalización de la atención hacia elementos concretos, seleccionando la estimulación y manteniéndola en ella.. Esto nos permite, seguir el hilo de una tarea y llevarla a cabo con éxito.
Sabias qué… según las estadísticas, como máximo pasaríamos unos once minutos de media concentrados en una actividad antes de que algo o alguien nos interrumpa.
Y si nadie lo hace, somos nosotros mismos quienes desconectamos. Por si fuera poco, cada desconcentración provoca que cueste entre diez y veinte minutos reemprender la actividad, afectando negativamente a la productividad.
En la mayoría de los casos la distancia que separa el éxito del fracaso no reside en el talento natural, sino en la capacidad de concentrarnos, que permite retener conceptos, relacionarlos, entenderlos e incorporarlos en nuestras estructuras de pensamiento.
Las fuentes de distracción no están tanto en la tecnología, sino en nuestras cabezas (FOCUS; Goleman )
Entonces si la concentración tiene que ver con focalizar la atención, ahora tenemos un nuevo dilema que resolver, el de la atención.
¿Qué entendemos por atención?
Hay muchas definiciones, como podrás imaginar, pero yo he seleccionado la siguiente:
La atención es una capacidad cognitiva que permite atender tanto a los estímulos ambientales como a los estados internos de cada uno, siendo un gran número los estímulos y eventos que solicitan nuestros recursos atencionales al mismo tiempo. (fuente: bitbrain.com)
Cómo podéis imaginar, hay una gran cantidad de estímulos sensoriales emocionales, mentales, contextuales, ambientales, etc. Y, muchos de ellos los tenemos en nuestro día a día profesional; avisos de notificaciones, conversaciones del compañeros, preocupaciones familiares, reunión con los jefes, mal descanso…
Esta capacidad cognitiva es limitada y además, con el paso de los años, y con el estrés, entre otras causas, puede deteriorarse.
Afectando a también como hemos visto a la capacidad de concentración, problemas de memoria, y a la capacidad de procesamiento de la información. Todas ellas necesarias para poder desempeñar un trabajo de calidad.
Para hacer frente a estas dificultades y para atender a los estímulos es relevantes del entorno existen diferentes estrategias que permiten entrenarla.
“La atención es un músculo que se debe entrenar” Daniel Goleman
Actualmente, que muchas empresas, han visto la importancia de cuidar del bienestar de su gente, y dentro de sus programas de bienestar y/o formación, hayan apostado por el mindfullness como herramienta para aumentar la concentración, ayudar a focalizar la atención en la tarea que se tiene delante, y a manejar el estrés.
Yo, ya en mi época como Responsable de RRHH, hace ya más cinco o seis años, llevé a cabo una formación de mindfullness con esa intención. Era una apuesta por mi gente que además les ayudaría en sus vidas personales, y que tendrían un mayor desempeño en su desarrollo profesional.
¿Cómo puedes mejorar la atención en el Trabajo?
Aparte de si tu empresa te proporcionar estos programas de mindfullness, tú mism@ puedes llevarlo a cabo a nivel personal, te traerá grandes beneficios.
Para mejorar la atención y aumentar la concentración, os traigo algunas de las prácticas que he llevado a cabo durante el trabajo en remoto, yo misma como profesional, y algunos que he realizado como facilitadora en los equipos que acompañaba.
También pueden servirte si eres manager o participas en un equipo.
Como profesional en tu trabajo:
- Resérvate Huecos en la agenda para llevar a cabo actividades que me requerían una mayor concentración, e infórmalo así: MODO CONCENTRACIóN.
- Si vas a programar alguna sesión o reunión, evitar concatenarlas, deja al menos 10-15m entre una y otra. Esto te permitirá tener unos minutos para levantarte al baño, estirar las piernas, comer algo o descansar?
- Para reuniones operativas destina un máximo de 45 minutos, y previamente envía los temas a tratar y lo que se espera conseguir al finalizarla.
- Desactiva las notificaciones del ordenador.
- Aleja el móvil o silencialó.
- Se asertiv@, y aprende a comunicar lo importante que es tu tiempo de concentración, y pide que no se te moleste, o que no constetarás mails ni mensajes, durante ese tiempo.
- Ten claras tus prioridades y tus metas. Te orientarán.
Como facilitadora, manager y/o miembro del equipo:
- Rompe inercias. Al comenzar la sesión, prueba a hacer estiramientos; pide que se levanten de la silla, y estira los brazos, mueve la cabeza de un lado a otro, etc.; o hacer tres respiraciones largas y profundas, con los participantes, o un breve icebracker de unos minutos sobre lo que han comido o visitado en vacaciones; etc. Sí, puede que te suena raro y a ell@s al principio se queden atónitos e impactados pero invítalos a que te sigan, hazlo tú primero, porque después se sentirán como “nuevos”. La novedad aporta atracción y atención, rompiendo así la inercia que traían de actividad es anteriores, ayuda a romper el automatismo.
- Informa del propósito. También me ha servido comunicar el propósito de la reunión y lo que se pretendía conseguir. Esos segundos ayudan a los participantes “centrarse” en lo que toca ahora y enfocar que se va a tratar. No lo des por hecho.
- Co crea un ”código de respeto grupal”, por ejemplo: Para que esta sesión se desarrolle con buen ritmo o para que la sesión de hoy se alcance lo esperado, se necesita que cada miembro del equipo tenga una presencia del 100%; evite salir y entrar ; escuche y aporte cuando sea necesario y no desviarse del tema en cuestión.
- Llama por su nombre a los asistentes.
- Veros las caras. Además de aumentar la empatía y facilitar la comunicación.
- Evita los monólogos.
- Convierte las sesiones en más participativas, lanzando preguntas y pidiendo opiniones, haciendo encuestas en directo, etc.
- Diversidad. Utiliza recursos como la música, el silencio, o elevando tono de voz, introduciendo alguna breve pagina de presentación, gráfico, etc.
A nivel personal:
Ssiguiendo las recomendaciones que te decía antes, puedes practicar mindfullness, como participante en algún programa, leyendo sobre el tema, o practicando por vídeos de youtube.
Además te propongo otra serie de actividades como son el deporte, la meditación, dormir al menos siete-ocho horas, lee, pinta, colorea, haz punto, cocina, construye maquetas… Pero lo más importante, hagas lo que hagas HAZ UNA COSA SOLA A LA VEZ.
“Sé selectiv@ con lo que entra en tu mente. Filtra tanto” ruido” como te sea posible. Sean Kernan
Como siempre, te ofrezco mi mano, como facilitadora en equipos de alto rendimiento, con alguna formación sobre mindfullness en tu equipo; o para acompañarte en tu desarrollo profesional, desplegando habilidades y capacidades necesarias para este liderazgo SXXI.
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