Hoy, 21 de junio,  se inicia el verano. Una época del año, que solemos esperar con ganas. Aprovechamos para  disfrutar de las vacaciones, allá donde más nos guste y hacer cosas como;  tomar el sol en la playa, nadar en la piscina, andar por el monte, bucear,  tapear, dormir largas siestas,  “terracear con amigos” etc. todo está genial y hay que aprovecharlo. Nos recarga las pilas!

 

Pero, el verano,  y concretamente las vacaciones, son un buen momento, también para hacer un parón y pensar cómo ha ido el año. Sacar un hueco para la reflexión de lo conseguido hasta aquí, de lo aprendido y de lo que hay que mejorar.

Pero, sobre todo, para “soltar” y “dejar ir” aquello que no nos beneficia. Prepararse para recibir lo que queda de año, sin apegos absurdos, libres de aquello que nos condena y nos ancla en el pasado.

 

 

“Una corneja cogió con su pico un buen pedazo de alimento abandonado y remontó el vuelo. Pero , de repente, alarmada, comprobó que un gran número de cornejas la seguían con el ánimo de robarle el alimento. Se sintió gravemente amenazada e incluso temió por su vida. Se preguntó, angustiada, qué hacer en una situación así. De repente se le ocurrió hacer lo más conveniente; soltar el alimento y continuar remontando el vuelo. Desde lejos, pudo divisar cómo todas las cornejas que la perseguían abandonaban la persecución y, voraces, se lanzaba sobre el alimento que había soltado. Las cornejas comenzaron a luchar entre ellas, disputándose el alimento y provocándose la muerte unas a otras. La corneja que había soltado el alimento  voló libremente, fundiéndose con el universo y sintiéndose ligera y plena”.

La corneja. (Cuentos de Oriente de Ramiro Calle)

 

 

Te sugiero, que aproveches un huequito del verano para realizar el siguiente ejercicio,  escribe en un papel qué es aquello que DEBES SOLTAR … y aquello que DEBES COMENZAR A HACER

 

Seguro que te sentirás más consciente, motivado y, sobre todo,  LIBRE.

FELIZ VERANO!!!

Inhalo sorpresa, exhalo siempre gratitud.